Si al inventor norteamericano Walter Hunt, le corresponde el merito de la invensión de la maquina de coser (1833), lo cierto es que no la patentó. Que correspondió a Elias Howe, quedarse con esta patente, no sin antes optimizar su funcionamiento de la máquina.
El procesador y el circuito integrado, no son eficaces cuando se requiere de interactuar con la realidad física. Para lograr esto, se requerirá inevitablemente del auxilio de las maquinas mecánicas.
Las máquinas mecánicas, no son más que la aplicación practica de principios básicos de física…
Sin importar que la empresa Singer, haya emitido una Edición Conmemorativa de su máquina de coser con apariencia de antigüedad, y provista de visores, botones y circuitos electrónicos. Lo cierto es, que el movimiento de sube y baja que es indispensable para poder coser, lo otorga una biela que transfiere el movimiento convertido de una rueda a una auja. Eso, nunca cambiará.
Asi no lo parezcan, estas eran las primeras máquina de coser…